Durante mucho tiempo no quedó claro qué se quería decir realmente con «luz».
Una y otra vez los científicos se han preguntado si la luz puede ser descrita por una onda o por un flujo de partículas.
La cuestión no se pudo aclarar de forma experimental.
El modelo ondulatorio de la luz, según el cual la luz se mueve como una onda de agua, fue desarrollado por Christiaan Huygens ya en el siglo XVII.
Casi al mismo tiempo, Isaac Newton defendió la teoría de que la luz consiste en las partículas o corpúsculos más pequeños (= corpúsculos) y que se propaga en línea recta.
Durante mucho tiempo, los científicos no pudieron ponerse de acuerdo sobre qué modelo era el correcto.
Un físico una vez formuló este dilema de la siguiente manera:
«El lunes, miércoles y viernes la luz es una onda, el martes, jueves y sábado es una partícula y el domingo descansa».
Combinó las dos ideas contradictorias (onda y partícula) y demostró que la luz puede tener carácter tanto de onda como de partícula (dualismo onda-partícula).
Dependiendo del problema, se aplica uno u otro modelo.
La consideración de onda suele ser adecuado para describir procesos de propagación (por ejemplo, difracción de luz, fenómenos de interferencia).
La interacción de la luz con la materia (por ejemplo, la absorción de la luz), por otro lado, se puede describir mejor considerándola como partículas.
Podemos definir la luz como una radiación que se propaga en forma de ondas electromagnéticas.
Las ondas electromagnéticas son las que se pueden propagar por el vació.
La luz es, por lo tanto, una radiación electromagnética.
Aquí tienes esta presentación para comprender mucho mejor la naturaleza de la luz.
También te puede interesar Li-Fi la nueva forma de transmisión de datos por Luz.
Si te ha gustado pulsa en Compartir. Gracias
© Se permite la total o parcial reproducción del contenido, siempre y cuando se reconozca y se enlace a este artículo como la fuente de información utilizada.